jueves, 5 de julio de 2012

El español, tan rico como difícil... de olvidar

Manejamos un idioma tan rico, tan diverso y tan disperso que a veces entendernos resulta tan gracioso como complicado. Hace unos días compartía mantel y mesa con un grupo de amigos entre los que había argentinos, colombianos, españoles y de otras nacionalidades hermanas. La conversación sobre el idioma surgió, como no podía ser de otra forma, cuando un servidor, explicaba una situación normal en España como era de decirle a alguien -femenino- "adelántate, que ya te cojo".

El verbo "coger" en España tiene un significado muy normalito, de andar por casa, pero no así en otros rincones de la lengua.

Surgieron así un montón de anéctotas graciosas contadas por sus protagonistas u oídas entre amigos. Situaciones como la de aquella médico colombiana que, al ir a poner una inyección a un paciente, le pedía que "por favor, no pusiera la cola dura". Hay que explicar que cola, en Colombia, es el trasero, el pandero, el culete, ese lugar en el que la espalda pierde su casto nombre, como diría Cela. El pobre señor se moría de una flácida vergüenza.

O esa otro chaval que decía que "Concha esta buenísima", a lo que otro, argentino, respondía que todas las "conchas" suelen estar bastante buenas... Sin comentarios.

En fin, que el español o castellano, que hasta para eso es vacilón, es tan rico como difícil... al menos, de olvidar para quien lo aprende. Les dejo un divertido vídeo. Un saludo, amigos.