viernes, 3 de julio de 2009

Vivir en la plaza del mundo

Pido disculpas por no haber hecho acto de presencia estos últimos días. Dudo que haya alguien interesado en estas notas que voy dejando a la espalda de los días, de mis días, pero, por si acaso, mis disculpas. Y lo cierto es que tampoco tengo mucho que contar, salvo que me he metido con un libro de ensayos que Javier Rodríguez ha preparado con materia y material de Juan Bonilla. Había leído algunos relatos de Bonilla y me habían parecido de un nivel nada desdeñable. Había iniciado la lectura de "Los príncipes nubios", pero algo acabó interponiéndose -a destiempo- entre el libro y yo. Sin embargo, ahora, después de haber leído algunos de sus ensayos y de haber topado con alguien capaz de recorrer medio mundo trás la primera edición de un libro ya casi olvidado, me he convencido de que el Bonilla que ahora leo y es mucho mejor que el Bonilla que intuía hace apenas unas semanas. El libro se ha publicado en una colección bisoña llamada "Renglón seguido". He de decir, además, que el texto introductorio del libro no desmerece en nada al resto de la obra. Todo a mucha altura, todo a excelente nivel. Hay libros que te reconcilian con la lectura y textos que te echan el guante -por la cara- y te desafian. Es el caso. Se titula "La plaza del mundo". Ya he pedido empadronarme en el número siete, primero derecha; al lado de Calvino, enfrente de Maiakovski, junto a Bonilla y a sus fieles mascotas: un puñado de libros de colores y de voces encerradas en páginas de papel viejo, como de segunda mano. Ya saben dónde encontrarme; al menos, por un tiempo.

1 comentario:

Porcimo dijo...

Bonilla es un crack. A mí me gusta personalemente. Lástima que acá, al otro lado del charco, no lleguen estos libros. Enhorabuena por su blog, compadre.